En la entrevista Educando en Salud, nos acompañó José Luis Toledo, especialista en medicina biológica y terapia neural, de origen guazapence, para educarnos sobre los TRES ENEMIGOS BLANCOS DE LA DIETA: azúcar, sal y harina, en la cual participaron estudiantes del INFOTEC-GUAZAPA, quienes interactuaron con preguntas de interés personal y bienestar público.
Como parte de nuestros alimentos tenemos tres componentes presentes en alta cantidad y frecuencia, y podríamos catalogarlos como los tres venenos en nuestra dieta, dijo José Luis Toledo Erazo, especialista en Medicina Biológica y Terapia Neural, de origen guazapence.
Ellos son el azúcar y las harinas blancas (es decir, refinadas) y la sal, ¿por qué se consumen tanto?, ¿por qué son enemigos? Y ¿qué podemos hacer al respecto?, agregó Toledo.
Cuando hablamos de azúcar, hablamos del azúcar de mesa o sacarosa. Este azúcar blanco tiene un alto índice glucémico, es decir pasa a sangre muy rápido en forma de glucosa, esto es un motivo para reducirlo de nuestras dietas. Además, aumenta la posibilidad de sufrir determinadas condiciones como:
- Caries dentales.
- Obesidad.
- Déficit de vitaminas del complejo B.
- Hipertensión arterial.
- Hipertrigliceridemia.
- Acné.
Por otra parte, la harina refinada es un ingrediente muy presente en la dieta actual, pues forma parte de un sinfín de alimentos. Los estudios han demostrado que los alimentos con harina refinada tienden a provocar aumento de peso y contienen menos nutrientes que los alimentos de harina de grano entero. La harina integral conserva su pericarpio, la cascarilla del grano “salvado”, el germen y el endospermo, todo de lo que la harina blanca carece y por ello es tan pobre nutricionalmente, casi no tiene vitaminas ni minerales y se elimina el contenido de fibra. Se convierte prácticamente en un azúcar (puro almidón).
Aquí viene el 3º veneno de nuestra alimentación: la sal. El consumo medio por persona es de 9,8g/día de sal (el doble de las recomendaciones de la OMS, que establecen 5g/día), dijo el especialista en medicina biológica. La sal forma parte de muchos alimentos procesados, conservantes, entre otros y se ha arraigado tanto en nuestra sociedad que ha hecho que despreciemos el sabor natural de los alimentos, que curiosamente ya disponen de la cantidad de Na (Sodio) que requerimos. El 70% de la sal que incorporamos a nuestro organismo es de alimentos procesados y envasados (sal invisible).
Y ¿por qué la industria alimentaria no reduce la cantidad de sal de sus productos?
Es sencillo, no les interesa, por un lado el alimento dispondría de una vida útil más limitada, y por otro, el paladar del consumidor ya está acostumbrado al sabor salado, lo que conllevaría un rechazo del mismo. La industria alimentaria no tiene como prioridad nuestra salud, sino la demanda de su producto, destacó Toledo.
El consumo excesivo de sal provoca un desequilibrio electrolítico, más concretamente de Na (sodio), y esto tiene consecuencias como la HTA (hipertensión), un factor de riesgo muy importante para ECV (enfermedades cardiovasculares).
También está relacionado con insuficiencia renal, osteoporosis, algunos tumores, retención de líquidos, insuficiencia respiratoria y favorece el sobrepeso y obesidad.
Por tanto, recomiendo que mientras gobiernos e industrias se ponen de acuerdo, lo mejor que podemos hacer es cuidarnos por nuestra cuenta. Además, que seas o no seas hipertenso, evita en medida de lo posible los alimentos procesados en virtud de alimentos naturales y preparaciones culinarias sencillas.
En lo personal, felicito a las autoridades educativas y al gobierno de El Salvador por haber reaccionado ante esta situación con el programa Escuela Saludable, en beneficio de la comunidad educativa, dijo el especialista en medicina biológica.
De igual forma, Michelle P., expresó su emoción y atendió de forma adecuada las indicaciones del especialista, mencionando que es un programa educativo de importancia y que se debe transmitir a sus compañeros y comunidad en general.
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